El acto de liberar el alma


Por: Selene Revilla-Estudiante de Ciencias de la Comunicación en la UNP


Para muchos la lectura es el acto de liberar el alma, de encontrar un soporte en dónde sacarás a relucir todo lo que piensas u opinas a cerca de la realidad. Entrar en un mundo en el cual tú te sentirás parte de ese libro, novela o lo que se te ocurra leer. Sin embargo, para muchos no resulta fácil entrar en ese mundo y si lo es, es porque tal vez encontramos un impulso para hacerlo.

Recuerdo vagamente los libros en la repisa de papá, él siempre me narraba los cuentos que había leído, me ilustraba cada noche y me explicada cada palabra que no entendía a mi corta edad. Desde los cinco años me sumergió en las letras y me alimentaba con ellas, constantemente me repetía que la lectura era poder, el poder que todos necesitamos para ser discrepantes y ver más allá de lo que nuestros ojos no ven.

Esto me recordó a la entrevista realizada a  Mario Vargas Llosa, en donde afirnmó lo siguiente: “Han visto de la literatura un peligro, porque nos hace disidentes natos del mundo. El mundo tal como es no nos basta. La literatura es una manera de manifestarse, no debe dosificarse para que las sociedades cambien y mejoren”.

El escritor peruano es el reflejo de lo que puede hacer el hábito de la lectura, no necesariamente llegar a ser un literato reconocido como él, pero si convertirnos  en personas más cultas, de inmiscuirnos en la realidad y no ser ajenos a ella. Así como, un ejemplo de perseguir tus sueños, de volar tan alto para no dejar que nadie te corte las alas, como en un principio su padre quiso hacer con él.

Considero a mi padre el impulso de lo que tanto me apasiona hacer hoy en día; no seré yo la primera ni la única, quien amará y elogiará el acto de leer. Un  acto que a medida que pasa el tiempo deja de ser prioritario. Si tan solo, se tomara conciencia de lo que puede lograr este hábito, y colocarlo en el centro de la vida obtendríamos miles de beneficios, pues se dice, que, quien lee escribe. Dado que, gracias a ella la imaginación de una persona crece y junto a ella, una buena ortografía se desarrolla.

Asimismo, leer te permite responder las exigencias del saber, a las necesidades e inquietudes, es conceder valor al querer saber, puesto que, cuando se lee se busca comprender y adoptar una postura o actitud, pensar para valorar, refutar o compartir ideas. Te permite en pocas palabras, abrir la puerta del conocimiento.

Comentarios